MOVIMIENTO A LA SALUD

El movimiento es vida. Frase corta, pero concisa e intensa.

Voy a dar dos ejemplos prácticos para explicar esta frase:

Uno de ellos es, cuando por un traumatismo o fatiga ósea, tenemos una fractura o fisura en algún hueso de nuestro cuerpo. El tratamiento médico suele ser inmovilización estricta con yeso o férula, durante 3, 4 o más semanas, esto va a depender de la zona lesionada y el tipo de fractura. Una vez que nos quitan el yeso, qué nos podemos encontrar? Pues posiblemente, una atrofia o pérdida de masa muscular, rígidez del segmento corporal (más acentuado si la fractura es próxima a una articulación), una descamación y alteraciones en la coloración de la piel… Es decir, la inmovilización estricta de esa zona, por una parte, nos ha permitido formar el callo óseo para la recuperación de la fractura, pero por otra parte, nos ha generado un deterioro de los tejidos por falta de movimiento. La fisioterapia ayuda a la recuperación funcional de esa parte lesionada, es decir, a recuperar el movimiento normal fisiológico de ese segmento corporal.

El estandarte de “Paula Mariño. Fisioterapia & Osteopatía”

Otro ejemplo ya más extremo es, cuando por algún traumatismo grave, enfermedad, lesión neurológica… tenemos que estar encamados, o más grave aún, en la UCI (unidad de cuidados intensivos). En la UCI hay servicio de fisioterapia que es esencial para movilizar a los pacientes, realizar técnicas respiratorias y cambios posturales. Si esto no es así, aunque tenga una máquina que le permita respirar, su deterioro va a ser mucho más rápido y como consecuencia, el paciente se muere.

Por lo tanto, el movimiento, sí que es vida, y por esta razón, os animo a moveros a la salud.

El cuerpo humano está diseñado para el movimiento, cuando no nos movemos, nos vamos deteriorando. La Fisioterapia y la Osteopatía son dos disciplinas terapéuticas que ayudan al paciente a restaurar el movimiento de sus tejidos lesionados. El terapeuta le da estímulos al cuerpo del paciente para conseguir que se activen los procesos de autocuración necesarios para la recuperación, además de pautarle ejercicios para prevenir lesiones futuras. Lógicamente, los objetivos van a variar según la edad, condición física, enfermedades… pero siempre se va a estimular el movimiento, aunque en los casos más limitantes, sólo pueda ser pasivo (es decir, que lo realice el terapeuta sin ayuda del paciente).

Por lo tanto, el movimiento, sí que es vida, y por esta razón, os animo a moveros a la salud.

 

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